La lluvia golpea con sus caricias húmedas
las baldosas
quietas
silenciosas
tus pasos están en otras veredas
mis pasos van en sombras
a otro destino...
el viento doblega los árboles
sus hojas se sacuden como cabellos infantiles
y mis manos te dibujan
entre la oscuridad
de este cuarto
donde sueño
donde prosigo al deterioro
de los minutos
ese insignificante minuto
en que te vi por primera vez
como un grillo cantando a la noche
a las estrellas solitarias
luces perdidas en el espacio
y tan lejos
tan espantosamente lejos
como un abismo de besos
como una taciturna oleada de mariposas muertas
desenvuelvo mis alas
mis hojas
mis lapiceras
mis retratos oxidados
estas raras enciclopedias
toda una vida de años
donde acumulé sonrisas
que guardé dobladas como servilletas viejas
lágrimas entre hojas de libros a secar
botones, lápices, escarapelas
escarabajos, dientes, monedas, estampillas...
y fíjate mujer que también nombres
tantos como las baldosas que nos separan
diez con A
ocho con C
doce con M
tres con E
y así casi todo el abecedario
pero sólo una con D
y abro este libro el que más amo
el de tapa verde
y elijo el poema número veinte
y coloco tu nombre para que no se arrugue
y te deseo buenas noches
te mando un beso con el aire de las flores
con el suspiro de los pájaros dormidos
La lluvia sigue golpeando las veredas
cierro mis ojos
te veo
te palpo
te siento
eres parte de estas sombras que me envuelven
te dejo este fin de semanas
entre los libros
te veré nuevamente
el lunes
cuando comience la semana....
nació como una gota de lluvia en mis manos...
Todos los Derechos Reservados.-
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