Mi tristeza nace en el segundo del beso
ese beso de labios apurados
de labios muertos de sed
de fulgores
y silencios
de sabores
y sombras
un beso oculto
de temores
de adolescente avejentado
Mi tristeza tiene medida
y es callada
amalgamada a mi alma
como una libélula en el mar
con lágrimas de torrentes
ecuatoriales
salvaje y pura
con nombre
y de ojos cansados.
No soporto saber de los hechos
de las transmutaciones
y peticiones
de los sueños
y sus desgarbadas soluciones
solo se
que he cometido
el peor de los pecados
buscar en esos labios
un viejo sueño
que quedó agonizante
allá por el ochenta y cuatro.
Mi tristeza huele a sombras
a cuarto desconocido
a fulgores de sangre adolescente
a piel
a nombre callado
a mujer furtiva
a espada de muerte
a mis espaldas.
Mi tristeza es el ocaso de un beso!
Mis lágrimas mi libertad condicionada!
Mi escasos segundos donde sueño!
Debo morir para alejarme de los besos clandestinos!
Debo resucitar en la imagen taciturna de mis espejos!
Hoy en esta madrugada te digo adiós!
Han llegado por mi mis antiguas sombras...
Todos los Derechos Reservados.
que hermozo poema, llego a mi
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