Ahogados y tristes mis poemas
comenzaron a correr por entre los corredores
se treparon por la alfombra
por los poros de las paredes
por los estantes de mis libros
y vertieron sus lágrimas de sangre
sus dilatados sueños
y quedaron desparramados
entre tanto torrente de amor herido
entre notas de un loco piano sobre los hielos del recuerdo
en las oscuras sombras del cansancio
me acarician el alma
me desprenden de mi piel
y me dejan los huesos blancos
carcomidos
despojados
la muerte sonríe sobre los pétalos inertes
de los peldaños entre el cielo y el infierno
mis manos se doblegan al estado de la soledad
de los nocturnos sueños negros
de las amantes escondidas
tras las sábanas del pecado
y escucho los estrepitosos quejidos
de orgasmos heridos
y me escucho el alma
como en una gigantesca soledad
se desprende de mis huesos
y me quedo solo
como los adoquines
como los pájaros en invierno
como los gusanos
en el vientre de la tierra.
Todos los Derechos Reservados.-
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